Claves de un buen Procurador

Claves de un buen Procurador

Aunque pueda parecer que la labor de un procurador sea mecánica y simplemente cumple la función del recadero legal, no es algo tan simple como eso y un buen procurador, al igual que un buen abogado ayuda a ganar casos llegando al fondo de un asunto, escarbando en las vías legales para que el juez lo vea claro, el buen procurador conseguirá no perder los casos por la forma. Y hay varias claves que precisa un buen procurador:

  1. Un procurador que invierte en sistemas telemáticos y en herramientas de productividad, ahorra en tiempo y gastos. Hablamos de recursos como buenos equipos informáticos, lectores de tarjetas criptográficas, escáneres, fotocopiadoras profesionales. Por supuesto, una buena conexión a internet. Desde enero del año 2016, mucha documentación se puede presentar y enviar utilizando la herramienta LexNEt. Un procurador que domina bien la informática y los medios modernos, con aplicaciones más especializadas para realizar sus gestiones tiene un plus de especialización que otros no tienen.
  2. El procurador debe manejar su agenda de forma minuciosa y bien calculada. Los procesos suponen un continuo ir y venir a los diferentes juzgados y a otros organismos, requiere mucha movilidad. La puntualidad debe ser vital para cumplir su presencia en procedimientos administrativos, en alzamientos, asistencia a las diligencias y otras situaciones que requieren ser presenciales. Que lleguen a tiempo, notificaciones, emplazamientos, citas o requerimientos.
  3. Debe conocer bien los criterios y características de cada juzgado y plaza donde se mueve, además debe ser una fuente de información exacta para determinar las diferencias competencias en determinadas materias, los requisitos necesarios en cada caso, que tipo de documentación es necesaria en cada situación, cuando se piden pruebas y donde se presentan las vistas. Hoy día en muchas ciudades se da el caso de dispersión de sedes judiciales y el buen procurador debe conocer al dedillo cada una de ellas.
  4. El procurador en su labor económico del proceso, sabe que todo caso conlleva gastos imprescindibles, como tasas, depósitos, minutas y algunas de ellas de no efectuarse hasta pueden detener un acto procesal. Por eso tiene autorización para solicitar una previsión de fondos adecuada y bien calculada. La transparencia es vital.
  5. Un procurador que invierte en seguridad es más confiable. Hoy día sabemos que si bien Internet es un medio útil y necesario para llevar a cabo el envío y recepción de documentación delicada, también es un medio muy vulnerable a la intrusión de maliciosos amantes del robo de información. Así, un buen procurador debe utilizar bien las herramientas de encriptación, de envió de avisos, de conseguir acuses de recibo electrónicos.
  6. Por último la confidencialidad. Un buen procurador es meticuloso y preserva la seguridad de los clientes por medio de guardar a buen recaudo los delicados documentos que maneja, a fin de que no salgan a la luz asuntos que puedan entorpecer la labor de la justicia.  

En definitiva, un buen procurador será como el engranaje bien ajustado que ayude a hacer funcionar la maquinaria judicial de manera ágil. 

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