¿Cómo ayuda un procurador a las asociaciones?

Lo primero que vamos a hacer es explicar de forma general cuál es la principal función de la figura del procurador. Esta reside en la ayuda para comparecer a las personas o empresas que se encuentran en un proceso de tipo legal, por lo general como acusadas. La persona que ejerce deberá poseer el título de licenciatura en derecho especializado en derecho procesal; su oficio es la de representante como apoderado, es decir, que actúa porque se le ha cedido un poder o facultad para ejecutar en nombre de otro ante tribunales y juzgados.
Las diferencias que existen entre procurador y abogado
A diferencia del abogado que ejerce la defensa del cliente, el procurador es la persona que agiliza el proceso, es quien tramita los papeles y/o documentos legales como firmas, citaciones y notificaciones propios y necesarios dentro del proceso judicial y hará las veces de intermediario entre el cliente y el abogado siguiendo estrictamente las instrucciones de estos últimos. Además de esto la otra diferencia se encuentra en el hecho de que el abogado es indispensable y obligatorio en todo el procedimiento, mientras el procurador ejercerá su función en tanto se acepte la figura de juicio oral.
Vías para ceder el poder al procurador
Cuenta con dos maneras. El primero, el poder notarial que conlleva un pago del notario y el apud acta que es gratuito, pero en el que no se posee control de la magnitud del poder cedido.
El procurador y las asociaciones
El profesional dedicado a la procuraduría está en la obligación de defender los intereses de sus representados, sean personas naturales, grupo de personas bajo la figura de asociación o de empresas. Llevará registros precisos de los trámites encargados de los litigantes, aunque estos no posean recursos económicos según los casos que cubre la ley; control de señales y plazos de los asuntos además de gestiones y consultas en registro y administraciones públicas
Las asociaciones cuentan con varias formas de contactar con un procurador; podrá ser a través del propio abogado, en el colegio de procuradores tras petición y selección del particular o particulares o por agenda de oficio al requerimiento de un juzgado.
Con la figura del procurador las asociaciones cuentan con información del proceso constante, ya que estos están pendientes de todos los pasos entre el cliente y el abogado; hace los pagos necesarios que genere el proceso, ejerce de responsable para recibir y firmar emplazamientos ejerciendo la representación y a favor de su apoderado.
Como interlocutor avalado, su gestión procesal está integrada en una estructura que simplifica las comunicaciones unificando criterios, evitando problemas de organización y garantizando transparencia y fácil accesibilidad, dado que suelen contar con un sistema que agrupa los datos donde se cataloga cada parte del proceso legal que los requiere y que suele ofrecer conocimiento exacto de la fase de tramitación de el o los procesos.
Asociación, abogado y procurador trabajarán de la mano y como equipo en todo momento.
Esperamos que este artículo le haya sido de ayuda y cualquier duda, contacta con nosotros.
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