Como funciona una subasta pública

Si nunca hemos participado en una subasta pública es normal que tengamos dudas, no conocemos su funcionamiento y menos aún los riesgos que entrañan.
Vamos a responder las dudas más comunes para que conozcas en qué consiste este procedimiento y como participar en él de forma más segura:
¿Qué es una subasta pública?
Para entender mejor qué es una subasta pública debemos conocer los dos tipos que existen:
Una subasta pública es la venta de bienes embargados por un Organismo Público: Ayuntamiento, Hacienda….
También se considera una subasta pública la venta de los bienes que son propiedad de la Administración. A esto también se le conoce como una venta de patrimonio.
¿Quién puede participar en una subasta pública?
Puede participar cualquier persona mayor de 18 años que no tenga ningún impedimento legal, incluidos el ejecutante o el acreedor.
¿Quien no puede participar?
No pueden participar las personas directamente relacionadas con la subasta pública como son: tasadores, deudor, funcionarios de la Administración…
Lo que debes tener en cuenta antes de participar en una subasta pública
Comprobar el estado del bien a subastar: Primero deberás localizarlo, por lo general los dueños no acceden a mostrar el interior pero si podrás comprobar su estado exterior. En caso de pujar por coches, maquinaria u otro elementos móviles es muy importante encontrar su ubicación, pues la Administración no se hace responsable si el bien se encuentra en mal estado o directamente no aparece.
Verificar otros datos importantes: Cuando una propiedad tiene cargas el nuevo comprador se encarga de abonarlas, por lo que debemos comprobar minuciosamente que el bien que deseamos comprar está libre de cargas. En caso de los coches las multas las deberá abonar el comprador y si hablamos de empresas el salario pendiente de los trabajadores también. Mucho cuidado en este punto, pues no solo los bienes inmuebles pueden tener cargas.
Saber muy bien por lo que estás pujando:
En una subasta podemos encontrar:
- Parte indivisa: Cuando solo compramos una parte que no se puede dividir de la totalidad. Por ejemplo, un inmueble que pertenece a alguien más y nosotros compramos solo la parte indivisa, el inmueble sigue perteneciendo a la otra persona pero esa parte es nuestra.
- Usufructo: Compramos el derecho de disfrutar el bien pero no de poseerlo, por ejemplo podremos vivir en un domicilio mientras dure el usufructo, pero no venderlo porque no será nuestro.
- Nuda Propiedad: Lo contrario al usufructo, seremos el dueño de la propiedad pero no podremos disfrutar de ella porque será otra persona quien tenga el derecho de hacerlo. Lo más habitual es que compremos una vivienda pero otras personas vivan en ella lo que dure el usufructo.
- Pleno dominio: Adquirimos el bien y además el derecho de hacer uso de él. Pasa a ser nuestro por completo.
Aunque a simple vista puede parecer fácil, en una subasta también encontramos pujas más complicados, por ejemplo: “pleno dominio de ¼ parte indivisa”. En este supuesto estaríamos adquiriendo una cuarta parte de la vivienda y sobre esa cuarta parte tendríamos el derecho completo.
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