¿Qué es una subasta pública?

Una subasta pública es una venta de bienes ofrecidos al mejor precio. Es algo parecido a una subasta privada, donde se pone a la venta un objeto y se vende al mejor postor, es decir, a la persona que más dinero ofrece por él. La mayor diferencia con las versiones privadas es que las subastas públicas se llevan a cabo por entidades públicas del estado. Los bienes que pueden lanzarse a subasta pública son casi infinitos: Casas, pisos, chalets, apartamentos, estudios, cualquier tipo de vivienda o local comercial, vehículos (De tierra, mar y aire…) terrenos, maquinaria industrial, material informático, arte, licencias de taxi, joyería, objetos varios… También pueden lanzarse a subasta pública objetos y bienes menos conocidos como son usufructos, derechos y hasta chatarra. Casi todo lo que se nos ocurra puede salir a subasta pública. ¿De donde provienen los bienes subastados? Por lo general los bienes que salen a subasta pública han sido embargados por la administración, las entidades bancarias o procesos particulares. Algunos objetos que salen a subasta pública también proceden de quiebras voluntarias, enajenación a menores o incapacitados, abandonos, decomisos o se trata de bienes que ya son propiedad de la Administración, en este caso hablamos de ventas de patrimonio. ¿Quién puede participar en una subasta pública? Cualquier persona que esté en poder de hacerlo, siempre que no cuente con ninguna restricción legal. Sin embargo existen una serie de datos a tener en cuenta: Los funcionarios y personal directamente relacionado con el expediente de la subasta no podrán participar, excepto la persona ejecutante. En una subasta pública se puede participar mediante el nombre propio o haciendo uso de un representante, al que previamente le habremos otorgado los poderes necesarios. El ejecutante o el deudor no puede participar en la subasta directamente, sin embargo en algunos casos puede presentar a otra persona para que participe. ¿Qué organismos celebran subastas públicas? Juzgados Seguridad Social Hacienda Ayuntamientos Diputaciones Aduanas Notarías Ministerios Guardia Civil Aunque todas estas entidades pueden celebrar subastas públicas, también pueden contar con condiciones diferentes, ya que hablamos de organismo muy distintos entre sí. Factores a tener en cuenta antes de participar en una subasta pública Es probable que los bienes subastados cuenten con cargas que deberá asumir el comprador. Antes de pujar por un bien conviene informarse de las condiciones en que se encuentra (Precio, estado, cargas, situación…) Si por ejemplo queremos pujar por un piso que tiene un precio de 120.000€ pero cuenta con unas cargas de 90.000€ el piso saldrá a subasta por 30.000€ (La diferencia) pero el comprador acabará pagando 120.000€ ya que asumirá los gastos de compra más las cargas. En la mayoría de casos se sumarán a posteriori los gastos de gestión. Otro punto a tener en cuenta y que no siempre cuenta en el registro, es si el bien inmueble cuenta con inquilinos, derechos, usufructos, deudas con la comunidad de vecinos… Lo mismo si la subasta es por algún vehículo, el comprador debe asegurarse previamente de los impuestos pendientes o cargos con la jefatura de tráfico. Sea cual sea el bien por el que usted desea pujar, debe asegurarse de realizar siempre las comprobaciones necesarias.

Una subasta pública es una venta de bienes ofrecidos al mejor precio. Es algo parecido a una subasta privada, donde se pone a la venta un objeto y se vende al mejor postor, es decir, a la persona que más dinero ofrece por él. La mayor diferencia con las versiones privadas es que las subastas públicas se llevan a cabo por entidades públicas del estado. 

Los bienes que pueden lanzarse a subasta pública son casi infinitos: Casas, pisos, chalets, apartamentos, estudios, cualquier tipo de vivienda o local comercial, vehículos (De tierra, mar y aire…) terrenos, maquinaria industrial, material informático, arte, licencias de taxi, joyería, objetos varios…

También pueden lanzarse a subasta pública objetos y bienes menos conocidos como son usufructos, derechos y hasta chatarra. Casi todo lo que se nos ocurra puede salir a subasta pública. 

¿De donde provienen los bienes subastados? 

Por lo general los bienes que salen a subasta pública han sido embargados por la administración, las entidades bancarias o procesos particulares. 

Algunos objetos que salen a subasta pública también proceden de quiebras voluntarias, enajenación a menores o incapacitados, abandonos, decomisos o se trata de bienes que ya son propiedad de la Administración, en este caso hablamos de ventas de patrimonio. 

¿Quién puede participar en una subasta pública? 

Cualquier persona que esté en poder de hacerlo, siempre que no cuente con ninguna restricción legal. Sin embargo existen una serie de datos a tener en cuenta: 

Los funcionarios y personal directamente relacionado con el expediente de la subasta no podrán participar, excepto la persona ejecutante. 

En una subasta pública se puede participar mediante el nombre propio o haciendo uso de un representante, al que previamente le habremos otorgado los poderes necesarios. 

El ejecutante o el deudor no puede participar en la subasta directamente, sin embargo en algunos casos puede presentar a otra persona para que participe. ¿Qué organismos celebran subastas públicas?  Juzgados Seguridad Social Hacienda Ayuntamientos Diputaciones Aduanas Notarías Ministerios Guardia Civil

Aunque todas estas entidades pueden celebrar subastas públicas, también pueden contar con condiciones diferentes, ya que hablamos de organismo muy distintos entre sí.

Factores a tener en cuenta antes de participar en una subasta pública

Es probable que los bienes subastados cuenten con cargas que deberá asumir el comprador. Antes de pujar por un bien conviene informarse de las condiciones en que se encuentra (Precio, estado, cargas, situación…) 

Si por ejemplo queremos pujar por un piso que tiene un precio de 120.000€ pero cuenta con unas cargas de 90.000€ el piso saldrá a subasta por 30.000€ (La diferencia) pero el comprador acabará pagando 120.000€ ya que asumirá los gastos de compra más las cargas. En la mayoría de casos se sumarán a posteriori los gastos de gestión. 

Otro punto a tener en cuenta y que no siempre cuenta en el registro, es si el bien inmueble cuenta con inquilinos, derechos, usufructos, deudas con la comunidad de vecinos… 

Lo mismo si la subasta es por algún vehículo, el comprador debe asegurarse previamente de los impuestos pendientes o cargos con la jefatura de tráfico. 

Sea cual sea el bien por el que usted desea pujar, debe asegurarse de realizar siempre las comprobaciones necesarias.   

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