Quiero ser procurador ¿Qué hago?

Si haz tomado la decisión de dedicarte a ser procurador, lo primero que debes considerar es que el camino es mucho más sencillo, pero riguroso, de lo que se piensa.
Una vez que se ha culminado los estudios licenciados en Derecho, todos los interesados en ser procuradores están obligados a realizar un máster con el cual alcanzarán las credenciales académicas necesarias y, de allí en adelante, comenzará otra etapa en la carrera profesional.
En España, desde el año 2013, con el cambio de legislación referido a la Ley de Enjuiciamiento Civil, obliga a que toda persona interesada en la procura, además de ser graduado universitario en leyes, se tiene que especializar con un postgrado en el área.
De allí al surgimiento de estudios de cuarto nivel en derecho procesal y otras demás especialidades que se vinculan con la procuradoría, para así brindarle las herramientas de metodología y a los profesionales que se adentran en esta especialidad.
Es necesario que las personas entiendan que ese profesional que se encarga de los trámites es una persona que ha dedicado un tiempo muy valioso para adquirir los conocimientos necesarios y ofrecer una solución jurídica efectiva a los trámites que usted realice.
Desde el ingreso a la carrera, en la universidad, hay que tener claridad de las diversas salidas profesionales que no solo se ubican en el sector público sino que es muy demandado en el sector privado.
Más allá de trámites
Los procuradores tienden a ser personas que saben el camino correcto y sus posibles vías de acceso con solo tener el enunciado de los casos. Y lo que para una persona común puede ser un gran dolor de cabezas, para ellos es desenvolverse como peces en agua.
Una vez que llega a sus manos un caso, en muy poco tiempos sabrá las rutas y atajos posibles para tomar y, más allá, establecerá un calendario de acciones a ejecutar para que el proceso sea el más rápido y expedito posible, además de obtener un resultado positivo para la causa.
Después de pasar los años necesarios en las aulas universitarias, el profesional saldrá apto para enfrentarse a un sistema que ya debe conocer al dedillo. Bastará con comenzar a asistir a sus primeros procesos para conocer las puertas y accesos a tocar, porque eso es como andar en bicicleta para ellos, una vez aprendido los procesos, jamás se olvidan.
Representación profesional
Una de las grandes características del procurador es la posibilidad de ser el representante de un cliente ante la gran cantidad de trámites burocráticos a los que se puede enfrentar un proceso judicial.
El procurador tiene la posibilidad de actuar como apoderado de la persona o de la empresa y, en su nombre, agilizar trámites, visitas a notarías, juzgados y hasta puede ser un actor clave en las respuestas inmediatas que requiere un juez. Eso, se aprende desde las aulas universitarias, pero con los años se adquieren más destrezas.
La reputación de este profesional se irá creando en la medida que sus servicios sea más efectivos y mientras mejores procesos positivos logre construir en sus años de experiencia, será mejor.
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