¿Sabes cómo proceder ante una factura impagada?

La «Ley 15/2010, de 5 de julio, de modificación de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales», establece que un proveedor tiene la obligación de hacer llegar a sus clientes las facturas antes de que se cumplan 30 días naturales (contando sábados, domingos y festivos) desde la fecha en la recibió el producto o el servicio. Con este plazo máximo de un mes para emitir y enviar facturas, obliga también al cliente a realizar el pago antes de 60 días desde que se benefició del servicio o producto.
En cuanto a los trabajadores autónomos, tienen más libertad a la hora de establecer el plazo máximo de pago por parte de sus clientes y este debe aparecer en el contrato celebrado entre ambos. Aun así, no puede exceder los 60 días.
Asimismo, cabe la posibilidad de que, a pesar de tomar todas las medidas necesarias, el cliente no cumpla con su parte. Para evitar toparnos con este tipo de problemas tan indeseados, existen ciertas precauciones para prevenir impagos:
Analizar la solvencia del cliente, ya sea empresa o persona, solicitando nóminas, declaraciones del IRPF… Se trata de un proceso de investigación con que nos aseguramos que podemos confiar en esa persona o empresa. Elaborar un presupuesto donde quede bien reflejado el trabajo, producto, condiciones de pago, etc. Solicitar el pago por adelantado o al menos un porcentaje de la cuantía total, es decir, fianzas o garantías para asegurar el cumplimiento. Controlar los plazos de pago para evitar posibles despistes que se conviertan en cuestiones irremediables.
Cómo reclamar facturas impagadas por vía amistosa
Primero nos aseguramos de que el error no ha sido nuestro. Debemos ponernos en contacto con la persona para asegurarnos de que le ha llegado la factura y, en caso de ser así, el motivo del impago. Intentar llegar a un acuerdo por escrito y firmado en el que se aplace o se reduzca la deuda. Enviar un burofax o cartas certificadas con acuse de recibo y certificación de contenido para reclamar de forma amistosa la deuda (es importante dejar constancia por escrito de esto) y tener pruebas suficientes en caso de que sea necesario recurrir a la vía judicial.
Si por vía amistosa no funciona y estamos seguros de que el deudor tiene solvencia y toda la documentación está en regla, podemos contactar con un abogado para presentar una demanda judicial o a través de una compañía especializada en impagos.
Plazo para reclamar facturas impagadas
El plazo legal, desde 2015, es de cinco años entre empresas y de tres años si es un consumidor.
Si la deuda es menor de 2000 € podemos recurrir a la justicia gratuita donde el secretario general valorará la situación y el juez tomará la decisión. Si la cantidad es mayor, entonces un abogado especializado será quien nos asesore para interponer, si fuese necesario, un proceso monitorio. A veces con la reclamación es suficiente para que el cliente pague, pero sino será necesario celebrar un juicio.
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